Cirugía Laparoscópica

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Cirugía Laparoscópica

Cirugía Laparoscópica

La cirugía laparoscópica es una técnica quirúrgica que se realiza mediante pequeñas incisiones, utilizando el apoyo de una cámara de video que permite al médico ver el campo quirúrgico dentro del paciente y accionar en el mismo.

La cirugía laparoscópica, también conocida como cirugía mínimamente invasiva, es una técnica quirúrgica que utiliza instrumentos especiales y una cámara para realizar procedimientos a través de pequeñas incisiones en lugar de una incisión grande en el área quirúrgica.

Menor trauma quirúrgico: La cirugía laparoscópica permite realizar procedimientos con incisiones más pequeñas en comparación con la cirugía abierta tradicional. Esto resulta en un menor trauma quirúrgico para el paciente, lo que se traduce en menos dolor postoperatorio, menor pérdida de sangre, menor riesgo de infección y una recuperación más rápida en general.
Menor tiempo de hospitalización: Debido a las incisiones más pequeñas y a la recuperación más rápida, los pacientes sometidos a cirugía laparoscópica generalmente tienen un tiempo de hospitalización más corto en comparación con la cirugía abierta. Esto permite una recuperación más temprana y una pronta vuelta a las actividades diarias normales.
Menor riesgo de complicaciones: La cirugía laparoscópica presenta un menor riesgo de complicaciones en comparación con la cirugía abierta. Las incisiones más pequeñas reducen el riesgo de infecciones y hernias incisionales, y la visualización en tiempo real proporcionada por la cámara permite una mayor precisión y seguridad en el procedimiento.
Mejor estética: Las incisiones más pequeñas en la cirugía laparoscópica resultan en cicatrices más pequeñas y menos visibles en comparación con las incisiones grandes de la cirugía abierta. Esto tiene un impacto positivo en el aspecto estético para el paciente.
Amplia gama de aplicaciones: La cirugía laparoscópica se utiliza en diversas especialidades quirúrgicas. Algunas de las aplicaciones más comunes incluyen la cirugía de vesícula biliar, la cirugía de apéndice, la cirugía de hernia, la cirugía de colon, la cirugía ginecológica (como la histerectomía), la cirugía bariátrica (para la pérdida de peso), la cirugía de reflujo gastroesofágico, la cirugía de obstrucción de las vías biliares, entre otros.

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